La circuncisión, mitos y realidades

Primero que nada, empecemos por definir ¿Qué es la circuncisión?... La circuncisión es un procedimiento médico en el cual se elimina parte o todo el prepucio (piel que cubre el extremo del pene) destacando que la decisión de realizar la circuncisión generalmente recae en los padres si se trata de un bebé, pero en la adolescencia/adultez, la decisión debería ser tomada por la persona afectada, respetando su autonomía y las razones individuales en la medida de lo posible y por supuesto teniendo en cuenta los aspectos médicos, culturales y personales involucrados dependiendo de las diferentes partes del mundo de donde se encuentre el paciente.

La prevalencia de la circuncisión varía significativamente ya que, en algunas regiones, como África y Medio Oriente, la circuncisión masculina es común, principalmente por razones culturales o religiosas. Mientras que, en Europa, América Latina y Asia, la circuncisión suele ser menos prevalente, a menos que esté justificada por razones médicas debido a que la circuncisión ha sido objeto de investigación en relación con la prevención de ciertas enfermedades por su íntima relación con la higiene del aparato reproductor masculino, siendo importante para mantener la salud general y prevenir infecciones.

Existen varios mitos y tabúes en la sociedad refiriéndose a que la circuncisión puede llegar a tener ciertas implicaciones para la sexualidad masculina, pudiendo generar una disminución de la sensibilidad en el pene por la exposición permanente del glande. La realidad es que las experiencias individuales pueden variar y esto no significa que todos los hombres circuncidados experimenten una disminución significativa de la sensibilidad.

Otro mito muy común es acerca de la pérdida de la función eréctil y el placer sexual; en general, la circuncisión no impide que un hombre tenga erecciones normales y saludables y no se han encontrado diferencias significativas en términos de satisfacción sexual. Es importante destacar que la circuncisión también puede tener implicaciones para las parejas sexuales debido a las preferencias de ciertas características físicas, incluida la circuncisión, por ello, la comunicación abierta y el respeto mutuo son fundamentales para comprender y satisfacer las necesidades y expectativas de ambas partes.

No está por demás recomendar que, así seas un hombre circuncidado o no, es esencial evitar prácticas sexuales es de riesgo y lavar el área genital por lo menos una vez al día, preferiblemente durante la ducha utilizando un jabón hipoalergénico para eliminar el sudor, las células muertas de la piel y las bacterias. Si eres no circuncidado y puedes retraer el prepucio, es importante hacerlo suavemente para limpiar debajo de éste. Sin embargo, no fuerces la retracción si es dolorosa, ya que esto podría indicar un problema que debe ser evaluado por un médico.

Es importante destacar que estas son pautas generales y que la higiene personal puede variar según las necesidades individuales. Si tienes preocupaciones sobre la higiene genital o experimentas síntomas como irritación, picazón persistente, enrojecimiento o mal olor, es recomendable consultar a un profesional de la salud para obtener orientación y tratamiento adecuados.